domingo, 6 de enero de 2013

POETA HUANCANEÑO LEONCIO LUQUE DICE QUE: “LIMA ES UNA BESTIA ANTROPÓFAGA QUE TE DESARRAIGA, QUE TE HACE SUFRIR”.


 Desde la cueva del zorro Lima Perú



POETA HUANCANEÑO LEONCIO LUQUE DICE QUE: “LIMA ES UNA BESTIA ANTROPÓFAGA  QUE TE DESARRAIGA, QUE TE HACE SUFRIR”


 FERNANDO CHUQUIPIUNTA MACHACA


Leoncio Luque Ccota se tomó, su tiempo para publicar otro poemario. Su primer libro, Por la identidad de las imágenes, fue publicado en 1996 -sin decir que fue escrito en realidad hace varias décadas. Por eso no sorprende que haya tenido que pasar dieciséis años más para que el poeta se anime a entregar otra vislumbre de su obra a la imprenta; quizás, por esa suerte de reinvención del lenguaje, en cada nueva entrega. Los poemas de aliento épico y lirico, casi silvestre de Crónicas de Narciso, (2005) es, “una poética enriquecida de precisiones, luminosas” como señala Manuel Cadenas Mujica en la reseña preparado para este libro; pero, también las voces fragmentadas y el ritmo del transeúnte asediado, aparece en el espejo principal de la vida, donde se ve el reflejo del crepúsculo otoñal de la humanidad, donde el dolor no es ajeno, sino que se introduce en el alma del poeta, a través del poemario en Las grietas de tu espalda (2001). Por solo citar un par de ejemplos.


Pero es en el Exilio Interior y otros poemas devastados (Casa Barbieri editores, 2011), su más reciente poemario, que tiene un nuevo viraje, donde el poeta se muda a la infancia y lanza un conjunto de poemas que apuntan a la fragilidad y al ensimismamiento, a la posibilidad del tono menor y el discurso íntimo pero solar. En el plenilunio se ven islas acuáticas dispersas / como cuerpos que celebran la boda de los dioses/ y los dioses vienen en tu espalda sentada/ apaciguando tú odio/ para convivir fastidiándote en cada guerra/ que se inicia para llorar.


Tengo entendido que este libro fue escrito a fines de los ochenta y comienzos de los noventa. Por qué decidiste dejarlo guardado tantos años. Y, sobre todo, qué te impulsó a escribir este libro tan personal en una coyuntura políticamente tan agitada.


La verdad, es un poemario que tiene mucho de mis caminatas, donde he sentido el latido de la vida, el peligro de perder la vida, cuando la violencia imperaba en cada esquina. Cuando la Pamplona Alta crecía con los inmigrantes y yo veía sentado todo este proceso en la parte más alta de un cerro, con Casandra. Si, la idea del poemario nació en los ochenta y se inició a escribirse en los noventa.


Porque lo guardé, no creo que lo haya guardado, caminaba a mi lado siempre, pero un día decidió liberarse de mí, como todo hijo, solicito su independencia, al ganar un premio.

Lo que me impulsó a escribir este libro, fue el de encontrarme conmigo mismo, como sabes, yo llegué a Lima en el año 1968, cuando apenas tenía 4 años, desterrado de mi lugar de nacimiento, para ser parte de esta ciudad de mil cabeza, que me adoptó, pero que no me cuidó, como lo hace una madre.

Siempre sentí que vivía entre dos mundo, dos culturas y la vez no tenía ninguna de ellas. Nada. Llegué a Miraflores, viví por Santa Cruz, correteando por el Malecón, asustado, de ver la playa, la suciedad y las luces que me apañaban. Luego mis padres se fueron al distrito de San Luis, donde permanecí, por un año. Para luego retornar a Huancané, por última vez, y desde 1971 vivir en Pamplona Alta.

El hecho de que este arenal se convertirá en mi hábitat, fue el leitmotiv de escribir el poemario, como un pago a este espacio que me adoptó, durante más de cuarenta años. Y como tú dices, en una coyuntura tan agitada que me toco vivir, en el tiempo del terrorismo, donde Pamplona Alta, llego a tener una base militar, y uno estaba expuesto a que su casa fuera violentado por los militares, cuando estabas durmiendo.

Exilio Interior y otros poemas devastados, es el libro que me permite arraigarme, con la realidad que me tocó vivir cada segundo de mi vida, con un Perú enclaustrado capturado en el desarraigo.


 Cómo es tu proceso de escritura.

El proceso de la escritura tiene varios caminos y procedimiento, para cada poeta.  El mío parte de la mitificación de algo, de una fijación que se va dando en el pensamiento, para luego dar la forma poética en el texto a través de un lenguaje poético adecuado.


Yo siempre parto de la realidad pura, deseada, soñada, filtrada por mis emociones puras o ideológicas, pero siempre de la realidad, presente o ausente. Luego un disparador, que puede ser un recuerdo, una visión imaginaria, una palabra o una imagen que no se detiene, hechos, que me proporciona elementos que luego transmitirá un mensaje. Luego, la escritura, el terreno de la codificación que no se detiene hasta lograr vaciar todo el contenido guardado, que irrupciona como un volcán hasta calmarse y detenerse. Y luego, el producto, que se solidifica, para luego moldearlo con la soledad, con sus propias leyes finitas, con descartes, desgastes ofrecidos por la palabra, la razón y el propio idioma. Donde la conciencia y la inconsciencia se unen para un poemario en el caso mío. No escribo poemas sueltos, siempre un poemario. Tengo varios poemarios inéditos, esperando liberarse de mis torturas, cada vez que regreso a releerlos.


 Jamás has sufrido entonces de ansiedad editorial. ¿Aconsejarías a los escritores jóvenes llevar a cabo este procedimiento?

No, nunca he tenido esa ansiedad, las cosas ha salidos naturales, en partos naturales. Yo soy de las personas que cree que uno no debe de desesperarse por publicar un libro. Por lo tanto debo aconsejar que los jóvenes deban esperar el momento oportuno.

En cada uno de tus libros hay una especie de estrategia conceptual muy clara y diferenciada. Es casi como si cada libro ostentara un temperamento distinto.

Cada libro obedece a su propia historia, sentido y coyuntura, que va amalgamando un proyecto. Por ejemplo mi primer libros Por la Identidad de las Imágenes (1996), es una suerte de mito sobre la sacralización de la poesía, luego vendría En las grietas de tu espalda (2001) un retorno al dolor humano; y Crónicas de Narciso (2005) es el trazo de una poesía que apela a las crónicas para  reencontrarse con los fantasmas de ese ritmo que convoca  a muchas voces de un pasado que no quiere dejar.

Hay claramente un lenguaje distinto al de todos tus otros libros en Exilio Interior y otros poemas devastados. Un universo de imágenes cifradas. Algo que podríamos reconocer como un mundo privado, digamos.
Exilio Interior y otros poemas devastados (2011), es un poemario que intenta mirar mi pasado, y que contiene un alto contenido antropológico, social  y hasta político, que toca la realidad de un migrante en Lima, y la relación con los otros, con quienes convive, donde Lima es una bestia antropófaga  que te desarraiga, que te hace sufrir. Porque no  eres de aquí, por que tus cimientos son de otro lugar, Exilio Interior, es un poemario de contexto marginal de un migrante viviendo su automarginalidad, que describe la nueva cultura popular que se mezcla desde hace tiempo en Lima, más que nada en los conos de esta ciudad caótica y asmática, donde: La humanidad/ busca su identidad en la guerra/ mientras nosotros en recuerdos/.

Es un poemario que busca identidad a través de recuerdos, pero para aceptarse: Los años que ya no conozco en mi memoria/ desaparecen como/ lagartijas entre la arena/ junto al cementerio/ donde busco mis raíces. 

Claro busca a través de un mundo privado reconocerse y aceptarse.